Tu tiempo es ahora, tu luz es mañana, cerrá los ojos y empezá a soñar.


V A L E N T I N A

22 noviembre, 2011

PATO MUDO

Nunca entendí que tiene que ver que un “pato mudo” (¿Por qué mudo?) haga un paso y una cagada, un paso y una cagada. Pero cuando era chica vivía rompiendo vasos almuerzo por semana, y cada vez que me retaban mi abuelo decía SOS UN PATO MUDO VALENTINA.
Un paso, una cagada. Ya no rompo vasos. Pero si que últimamente no dejo de hacer cosas por las que vale la pena arrepentirse
. Y aunque no busque las situaciones para que nada salga como mi imaginación lo asegura, las situaciones me golpean la puerta de casa, yo les abro y las atiendo como a mi mejor invitado.
No se si alguna vez comenté que una de mis mayores características es que soy demasiado impulsiva y cuando digo demasiado no exagero, esa palabra queda chica al lado de tener una opción que intente controlarme cuando una situación me supera. Cuando en mi vida siento que algo esta queriendo desequilibrarse sin un aviso previo aparecen los impulsos. Y cuando aparecen los impulsos normalmente ya es tarde. E AQUÍ CON USTEDES EL FAMOSO PATO MUDO.

Debería contar la historia desde sus remotos comienzos. Debería contar cosas que mi cerebro decidió suprimir o que mi cerebro cambio a la versión mejorada elegida por mi de muchas otras. Y no tendría mucho sentido que se sepan a esta altura del partido. Debería victimizarme como siempre lo hice ante su presencia y la del resto. Debería. Pero ni yo me creo a ese personaje que le hecha la culpa de todos sus males, ya no.
Hoy admito haber sido la culpable de todo. Pero hasta hace dos días nunca me saque la venda que tenia en los ojos cuando entendí de una vez por todas lo que hice para que su mirada me diga –SOS UNA POBRE MINA- cada vez que me mira fijo a los ojos.
Siempre lo hizo, por lo menos conmigo (no se si con el resto del mundo lo hace) tenia una manía de hablar y no sacarme ni un segundo los ojos de encima. No tiene ojos lindos, no obstante es lo que mas me gusta de su apariencia física. Son negros. Oscuros, comunes como cualquier ojo negro que no llama la atención de nadie. Sin embargo, nunca hace falta que me diga mucho. En realidad, nunca lo hace. La manera en que me mira me hace dar cuanta de cuando quiere intimidarme, cuando quiere que lo deje de joder, cuando quiere que me calle, cuando no me soporta, cuando quiere que cojamos, cuando puedo parecerme un poquito a la mina que le gustaría tener al lado suya, cuando me abrazaría y no me soltaría jamás pero su orgullo no lo deja. El nunca dice nada, nunca hace gestos, nunca se desubica, él solo me mira y yo ya se lo que quiere. Y como se lo que quiere se lo doy. Y obvio que a cada cosa que quiere yo la quiero más que él. Porque hasta eso tengo, mi egoísmo no deja de adueñarse de lo que no es suyo.
Pero hace un tiempo que su mirada me decía otra cosa, y todas mis respuestas eran negativas. SITUACION AL BORDE DEL COLAPSO. ¿Qué era en lo que me estaba equivocando que no podía darle lo que él quería? ¿Por qué no podía escuchar lo que su mirada me estaba gritando?
Ya no me mira como antes, me mira con lastima. Si, lastima. Es el único sentimiento que tiene sobre mi persona. Lastima. Y todo producto de cada una de mis “cagadas”. Todo única y exclusivamente por mi culpa.

Pero…yo lo amaba y él era un hijo de re mil puta que se empeñaba en hacerme sufrir. Yo lo amaba y hace cinco años que me empeño en hacer cosas para que él me odie.

No hay comentarios: