Los borrachos, los cantantes, las putas, los estudiantes se acostaban bien temprano, lloraban saetas de hiel. Los mercados, las tabernas, los colegios, las iglesias enmudecían su canto y se despedían los novios, la virgen y Lucifer.
Recuerdas aquella tarde olvidaba Scherezade sus cuentos y ardía Bagdad. Aquella tarde recuerdas, cuando estallaba la guerra refulgía mi ciudad. Aquella tarde fueron al cine hicieron el amor.
Tu preguntaste: "¿no fumas demasiado?" Yo quemaba el calendario y atrasaba tu reloj.
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