Dicen, que en la vida todo siempre tiene un final, que en algún momento todo se acaba. Pero dicen también, que si algo se va y luego vuelve, es porque siempre fue tuyo.
Fuimos, volvimos. Muchas veces, quizás tampoco fueron las necesarias. Pero entre arrebatos, así tal cual empezó todo, todo se fue. Y aunque cueste caer, y aunque los días se hagan agobiantes, nuestra historia marco un antes, y un después. Y creo que no solo en mi vida. Pero me quedo con la certeza de que a este libro le quedan muchas hojas por escribir todavía.
¿Lo vamos a cerrar?
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