30 marzo, 2009
Deambulaba como si nada entre mis sueños, derrumbando eternas y falsas promesas. La luna sentada en la ventana, nos contaba esa historia, la de la niña palida que vendio el alma, como si en algun momento fuesemos a brincar de la muerte, no habia salida, no habia. El vino derramado en tus rodillas, el viaje eterno, entre comillas. Las duras guerras; oscuras, silenciosas. Los inviernos calidos y las secas primaveras, es la ultima variacion de mi mundo, es la destruccion repetitiva.
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