Tu tiempo es ahora, tu luz es mañana, cerrá los ojos y empezá a soñar.


V A L E N T I N A

06 agosto, 2008


cobarde valentía

- Adiós –dijo, intentando retener las lágrimas.

- Adiós –contestó él, y la abrazó.

Cuando se conocieron, los dos se confesaron el mayor de sus secretos: odiaban la palabra “adiós”. Siempre decían “hasta pronto”, “hasta luego” o cualquier palabra que les daba la seguridad de que volverían a ver a la persona de la que se estaban despidiendo. Esta vez era diferente. Valentina se quedó pensando… Realmente su nombre no le hacía justicia. Mientras el príncipe con el que había soñado durante toda su vida le decía adiós, ella era incapaz de confesarle todo lo que su corazón le gritaba. Cuando Juan se separó de ella, sintió que se llevaba su corazón. No dijo nada, le miró. Vio que tenía los ojos llenos de lágrimas y no pudo reprimir las suyas. En aquel instante, pasaron por su mente todos los momentos que habían pasado juntos. Aquel viaje de 12 horas en su coche, cuando ella ocupaba el asiento del copiloto. Cuando los rayos del Sol fueron su despertador. Y había cambiado el techo de su habitación por la sonrisa de la persona a la que más quería. Aquella tarde entre las hierbas más altas que había visto nunca, cuando las mariposas se dejaban atrapar. Jugar a volleyball en la piscina y ganar (o perder) siempre entre risas. La noche que llovía a mares y Juan insistió en acompañarla hasta su portal… Terminaron los dos en casa de Valentina, tosiendo empapados, tirados en el sofá, discutiendo qué película ver. Las tardes infinitas en el parque, cuando los dos tenían la sensación de que el Sol sólo salía para verles. Contar las nubes, y las estrellas. Los abrazos de repente. Y las palabras mudas… Juan se acercó a ella. Levantó su cabeza. Por una vez, no quería que mirase las baldosas de la estación.

- Hasta pronto –dijo, y la abrazó.

Cuando se separaron, Valentina tuvo la sensación de que seguía sin corazón, pero ahora el de su príncipe ocupaba el vacío.

1 comentario:

^Carre^ dijo...

hey q lindo! primera "historia" q leo tuya... bella